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Carmelo Anthony se va a los Knicks: Las tres caras de la moneda (II)

Robbin Barberan - 23/02/2011 18:50

Qué cosas. Un sólo día y probablemente ya no estamos hablando del más importante movimiento del deadline una vez se anuncia el traspaso de Deron Williams a los Nets.

El megatraspaso que lleva a Carmelo Anthony camino de New York ha sido ‘ejecutado’ de forma oficial, con mínimos cambios respecto a las filtraciones que la prensa destapó un día antes. Kosta Koufos ha sido también incluido con destino a Denver a cambio de una segunda ronda, en el que será su tercer equipo en tres años tras estar casi sin minutos en Minnesota ni antes en los Jazz.

Es curioso el caso de las 3 figuras del Eurobasket junior de Madrid en 2007.

  • Kosta Koufos rechazando los cantos de sirena de los clubes griegos más poderosos para permanecer “cerca de casa” y entrar en Ohio State tras la marcha del número 1 del draft, Greg Oden, haciendo un “one&done” y apuntándose al draft para convertirse en profesional, cayendo más posiciones de lo esperado y considerado un “robo” por parte de los Jazz al hacerse con sus servicios en la posición 23. Las tremendas exigencias de las posiciones interiores han sido hasta ahora demasiado para él, y tendrá difícil lograr minutos en los Nuggets
  • Ricky Rubio asombrando por su precocidad, llegado al Barça tras uno de los traspasos más caros de la historia en el baloncesto europeo y sufriendo ahora una crisis de rendimiento que lleva a algunos a preguntarse cuánto será el margen de mejora que nos queda por ver, si se ha estancado o se trata de una simple crisis temporal
  • Milan Macvan recién fichado por el Maccabi hace escasas semanas, diciendo adiós a su aventura con el Hemofarm, que había rechazado hasta el momento todas las ofertas de traspaso al ser su jugador referente en cancha e intentar aprovechar una combinación de su rendimiento y mejores ofertas en el futuro. Han sido muchas menos las opciones que hemos tenido para verle jugar, y yo sólo lo hice en el debut en competición europea de Allen Iverson, qué pequeño es el mundo

Son claros casos en los que puede verse lo ridículo que resulta en ocasiones el estereotipo de qué “debe realizar” un jugador, en qué momento resulta más oportuno un cambio de equipo o una competición concreta para su desarrollo, habiendo tantos ejemplos de diferente color si “se salta a la primera línea europea”, “se va la NBA” o “permanece en equipos de perfil bajo”, pues del salto temprano de Nowitzki, Pau, Parker o Lampe al más tardío de Jasikevicius o Sabonis cada ejemplo es un mundo concreto.

Pero ya me estoy yendo por las ramas. Volvamos al Melogate y veamos cómo con cambio de perspectiva y unas gotas de mala leche las lecturas también pueden ser muy diferentes .

La cruz: ¡todos pierden!

Carmelo Anthony ha logrado su sueño: jugará en los Knicks y ha firmado ya la ampliación de contrato por la que cobrará unos 83 millones de dólares hasta 2015. Eso sí, ¿a qué precio?

En una supuesta primera ronda de la conferencia Este, los posibles rivales con los que se podría encontrar New York parecen Miami, Boston, Chicago u Orlando. Tampoco es que parezca mucho más sencillo poder eliminar a cualquiera de ellos que vencer a todos los rivales que “el antiguo Denver” podría encontrarse en el oeste si llega con todos sus efectivos libres de lesiones.

Aún más, en el peor de los escenarios no es descartable que la próxima temporada no quedemos sin NBA en el caso de un hipotético cierre patronal en julio, llevando a que Anthony estuviese sin un equipo competitivo hasta el inicio de la temporada 2013-14.

En definitiva, el riesgo asumido por Carmelo al forzar su salida de los Nuggets no es menor.

Vayamos ahora a los equipos, y empecemos por los de Colorado. El traspaso de Anthony ha reducido los gastos de forma brutal, además de haberse generado -gracias a la aparición de los Wolves y su espacio salarial- un par de excepciones que les permitiría hacerse con un jugador mediante traspaso, una de cuantía reducida pero la mayor de ellas cercana a los 17 millones de dólares, así que prácticamente podrían hacerse con los servicios de cualquier jugador. Claro, para eso tendrían que querer tanto los propios Nuggets como la otra franquicia, que es la parte complicada.

En la rueda de prensa tras oficializarse el traspaso, Masai Ujiri ha sido claro:

We feel we got killed in the trade

La tentación de una traducción casi literal con un “nos ha matao” es grande, pero sería más correcto señalar cómo el responsable de operaciones de los Nuggets ha manifestado su tristeza por el adiós de Carmelo, tras intentar durante meses que el jugador cambiase de opinión, se sintiese a gusto con el equipo y aceptase la ampliación de contrato que le habían ofrecido. Dado que Anthony no daba muestras de un posible giro a la situación y ante la posibilidad de que se fuese en verano como agente libre, decidieron aceptar finalmente la oferta de los Knicks, con la esperanza de que los refuerzos puedan servir para mantener o subir el equipo.

Ahora bien, si en ocasiones se ha insistido en que con Anthony no han llegado a ser “aspirantes serios” al anillo, también habría que remarcar que la franquicia ha tenido los mejores años de su historia en la NBA con él y dónde estaban los Nuggets hasta su llegada, las 9 victorias del 2002 y las 17 antes de escoger a Melo en el draft de 2003. Los jugadores que llegan están lejos de ser estrellas, y en el caso de quedarse con ellos quizás el único titular en un primer instante llegue precisamente por la ausencia en la actual plantilla de un recambio de garantías para Anthony.

George Karl ha declarado que quiere mantener al joven Ty Lawson en la titularidad, lo que condenaría a Felton a la “segunda unidad”. Gallinari o Chandler podrían salir como alero titular, o quizás incluso ambos si Afflalo pasa al banquillo, mientras Mozgov y Koufos podrían tener serios problemas para encontrar minutos si se da la casualidad de que Harrington, Martin, Nenê y Andersen estén sanos al mismo tiempo.

En definitiva, frente al hecho más que constatado de cómo han logrado que los Knicks de Dolan incrementase su oferta, no deja de ser una realidad que los jugadores llegados no parecen en un primer momento capaces de aportar todo lo que Anthony y Billups ofrecían, además de convertir a la franquicia en un destino no excesivamente apetitoso para posibles fichajes importantes ante esa ausencia de jugadores referentes más allá del importante rendimiento del pívot brasileño o una posible “explosión” de Lawson.

Tampoco parecían Mike D’Antoni ni Donnie Walsh las personas más satisfechas por el desarrollo de los acontecimientos

Por un lado, hay motivos para pensar que los Knicks están más cerca del anillo que antes del intercambio, pero ¿a qué precio?

Han logrado dos de los mejores anotadores del campeonato, a costa de deshacer por completo el roster cuando quedan menos de 2 meses para el fin de la temporada regular y en plena mala racha de resultados. El trabajo que D’Antoni debe realizar es difícil, con el evidente peligro de que el equipo se convierta en “una banda” y la combinación de presión y malos resultados puedan llevar a que todo “salte por los aires” e incluso quedarse fuera de posiciones de Playoffs este mismo año.

Evidentemente, no es sencillo que suceda, pero no deja de ser una posibilidad, pues basta recordar los altibajos que ha tenido recientemente Orlando Magic mientras van Gundy integraba a sus nuevos componentes llegados de Washington o Phoenix, y el tiempo apremia.

Quizás el aspecto más preocupante pueda ser el vacío de poder que emana de cómo han sido las negociaciones durante los últimos días. Cuando Walsh fue contratado, lo hizo con una idea muy clara: pasar dos años sin competir mientras el conjunto se deshacía de jugadores y contratos heredados de una etapa anterior, marcando el verano del 2010 como punto de partida para una nueva aventura. Ya sabemos de sobra lo sucedido: mientras una parte de la prensa pasaba años elucubrando con diferentes fichajes y “vendiendo” la opción LeBron, los resultados podrían considerarse decepcionantes, con Amar’e y Felton como “grandes fichajes” para el nuevo proyecto, el primero firmando un contrato de 100 millones de dólares sin seguro por su historial de lesiones y el segundo tras renunciar los Bobcats a su renovación.

La continuidad de Walsh al mando de las operaciones de los Knicks resulta ahora más que discutible, sin haber querido el propietario Dolan asumir el riesgo de esperar al verano para intentar hacerse con los servicios de Melo, opción por la que apostaba Walsh y uno de los motivos por los que Mark Warkentien fue fichado tras su estancia en Denver para ocupar uno de los cargos de gestión.

El intento por parte de Walsh de adoptar una postura de paciencia -con todo el riesgo que ello conlleva, cierto- ha terminado siendo totalmente descartada por el propietario de la franquicia.

Quizás la decepción del propietario por lo conseguido hasta el momento haya sido mucho más grande de lo que imaginábamos, quizás sea cierto que Isiah Thomas sigue siendo su principal consejero, quizás la posibilidad de hacerse con un jugador de la importancia de Anthony obligase a tomar bruscas decisiones, quizás un compendio de todo.

La realidad es que el propio Dolan tomó el mando de las negociaciones, que el hecho de que los Nets volviesen a pujar por un posible intercambio hizo que la oferta de los Knicks fuese subiendo, y que conseguir a Carmelo Anthony le ha salido muy caro a los Knicks.

Por último, pero no menos importante, también tenemos el caso de Chauncey Billups, quien había manifestado desde hace meses que no quería moverse de su ciudad natal y su intención de retirarse con los Nuggets. Su contrato por encima de los 13 millones para esta temporada y de los 14 para la próxima -aunque pueda ser cortado en verano, pagando “sólo” unos 4 millones, según la excelente web de Shamsports- hacían que la marcha de Anthony llevase consigo también la de Chauncey.

Queremos pedir disculpas a la familia de Chauncey, puesto que incluirle en el traspaso ha sido una decisión difícil. Él ha sido una leyenda en la ciudad, tanto cuando estaba en el instituto como en la universidad o ahora como profesional.

Quien así se expresaba era Josh Kroenke, hijo del propietario y uno de los principales cargos en la gerencia de los Nuggets en los últimos meses.

Y es que siempre se puede pensar en aspectos positivos y negativos de un movimiento, un poco como las antípodas de un gallego, el subir y bajas escaleras al mismo tiempo.

Pero hay más, como ver las maniobras de los Nets para complicar la operación o diferentes opciones de juego y rotaciones para las actuales plantillas de Nuggets y Knicks.

Carmelo Anthony se va a los Knicks: Las tres caras de la moneda (I)

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