El cambio radical de Orlando, la transición de los Suns…, y los Wizards
Robbin Barberan - 19/12/2010 16:06
Quién nos iba a decir que uno de los últimos días del otoño iba a ser capaz de dejarnos todo lo que ha sucedido ayer en la NBA. Y eso sin tener en cuenta todo lo desarrollado en las pistas de juego durante las últimas horas. Traspasos que transforman, cambios necesarios, incógnitas a resolver,…, de todo hemos tenido.
Pero empecemos por el principio. La madrugada del sábado saltaba la liebre y se anunciaban las negociaciones entre Orlando y Washington, mientras el transcurso de las horas nos ha dejado más movimientos hasta el punto de remodelar por completo la cara de la plantilla en los Magic. Dos han sido los traspasos realizados entre tres equipos, que nos dejan el siguiente panorama:
- Orlando Magic se hace con Jason Richardson, Hidayet Turkoglu, Gilbert Arenas y Earl Clark
- Phoenix Suns se lleva a Vince Carter, Marcin Gortat, la primera ronda de Orlando del próximo draft y 3 millones de dólares
- Washington Wizards consigue a Rashard Lewis
En definitiva, se trata del traspaso entre Suns y Magic que os señalamos hace unas horas y del intercambio entre Magic y Wizards con Arenas y Lewis como piezas. ¿De dónde viene todo el jaleo montado en el día de hoy? Dicen que “el principal culpable” es este señor:
Efectivamente, nos referíamos al de la derecha en la foto.
El punto de vista deportivo
Tras llegar a las finales de la NBA del 2009, muchas eran las esperanzas en la franquicia de Florida con su equipo, pero la llegada de Carter tras el adiós de Turkoglu no tuvo el efecto esperado y cayeron ante Boston en las finales de la Conferencia Este hace unos meses. Pese al buen inicio de temporada, cuatro derrotas consecutivas llevaron a la duda a los responsables de Orlando, además -si hacemos caso a varios comentarios de la prensa estadounidense- de cómo la química interna del conjunto no terminaba de funcionar. Pese a que habían jugado 7 de sus últimos 8 partidos a domicilio e incluso visitado la conferencia contraria en una gira por el oeste, la paciencia parecía haberse terminado.
Debemos tener en cuenta que Dwight Howard tiene la opción de convertirse en agente libre el verano de 2012, por lo que las urgencias de tener un equipo competitivo en el conjunto de Florida son máximas y las dudas tras los malos Playoffs de Carter el pasado curso y el horrible rendimiento de Lewis en las últimas semanas han terminado por dar la puntilla.
Así que han cambiado el equipo de forma radical, añadiendo múltiples piezas en el apartado ofensivo en una operación no exenta de riesgo, puesto que deben acoplarse con la temporada en marcha y existen dudas tanto sobre la capacidad de alguno de los jugadores involucrados como en lo referente a su estilo de juego. Se trata sin duda de un órdago o de un all-in por parte de Otis Smith, el responsable de operaciones de Orlando Magic, en el convencimiento de que las posibilidades de llevarse al anillo a final de curso eran escasas.
Ya ha anunciado van Gundy la intención de mantener a Nelson formando parte del quinteto titular, así como descartar la posibilidad de que Turkoglu juegue como “cuatro” más allá de situaciones puntuales, por lo que resulta probable que Arenas sea el indicado para salir desde el banquillo al tiempo que se busca en el mercado la posibilidad de añadir un jugador interior dentro de una rotación en la pintura que se ha quedado escasa con el adiós de Gortat y Lewis. Bass o Ryan Anderson acompañarán a Howard en la zona, mientras se apunta la creación de un “agujero” en los minutos que Dwight no esté en pista. Ahora bien, si un entrenador tiene que elegir un punto débil para su equipo, es probable que el recambio de su estrella fuese el señalado.
Al mismo tiempo, no son pocas las voces que aplauden el intercambio realizado con los Suns pero se lamentan de no haber llegado a probar de nuevo la conexión entre Lewis y Turkoglu que tanto benefició a ambos en el pasado. ¿Hubiera sido una buena idea retomar esa configuración o el adiós de Rashard era poco menos que obligado tras la pérdida de confianza? Es difícil saberlo.
Tras la salida de Amar’e camino de NY, en Arizona intentaron que la llegada de Turkoglu compensase parte de la pérdida. Siendo comprensible el no haber querido pagar 100 millones de dólares a un Stoudemire con un largo historial de lesiones -todo hace indicar que únicamente garantizaban 3 años de su contrato en la oferta que hizo Phoenix frente a los 5 de los Knicks, muy necesitados pese a que ningún seguro se hace cargo del contrato- y el hecho de tener que buscar una salida a un Barbosa cuyos minutos iban a ser escasos, el riesgo de adquirir al jugador turco se estaba convirtiendo ya en una pesadilla, desplazado al banquillo y con escasa conexión en el resto de la plantilla, lo que unido a un contrato que termina el 2014 dejaba una situación cada vez más complicada.
Para lograr la marcha del alero turco se han visto obligados al adiós de Jason Richardson, fundamental junto a Amar’e y Nash en los éxitos del curso pasado. A cambio, intentan lograr un conjunto más equilibrado, en el que Carter debería tomar los minutos de Richardson, Pietrus sería una pieza más de rotación en las alas y Gortat intentará resolver alguno de los crónicos problemas en rebote y defensa interior que han aquejado a los de Arizona los últimos años -además de romper con la tendencia de que Phoenix parecía querer batir un récord con la adquisición de aleros en su plantilla, algo aún sin resolver y que probablemente lleve a más movimientos en Phoenix-, en la búsqueda de tapar carencias al coste de crear otras. Han negado desde la franquicia que la idea sea “reconstruir” y que el adiós a Nash pudiera ser una posibilidad, algo que probablemente ocupe titulares en las páginas de rumores durante las próximas semanas pero sea poco probable salvo que Sarver pretenda ser ajusticiado en la plaza mayor del pueblo.
No se espera que el polaco salga de titular con el retorno de Lopez tras su lesión, pero sí debería estar muchos minutos en pista por su facilidad de anotación, intensidad y aportación en el rebote. Combinaciones con Nash y esa contagiosa garra en la pintura que el año pasado aportaba Amundson y que en ocasiones parece echarse en falta. Mickael es también un jugador intenso -e irregular-, mientras que si pudiésemos retrasar 10 años el reloj los alley oops de Nash para Vince podrían ser una constante… pero ya no.
La llegada de John Wall en verano era un soplo de aire fresco en Washington tras todos los problemas del curso anterior, y la única preocupación residía en cómo llevar la transición del conjunto, el “cambio de poderes” desde Arenas al nuevo rookie. La presencia de Hinrich llevó a Saunders a apostar por situaciones en cancha de 3 bases jugando de forma simultánea que no han dado el resultado esperado, y las carencias en las filas de los Wizards son múltiples.
El adiós de Arenas representa un nuevo golpe de confianza hacia el eléctrico Wall, Lewis podría ocupar la posición de alero titular, en disputa tras la reaparición de Josh Howard anoche ante Miami, o incluso llevar a Blatche hacia el banquillo, mas ni siquiera la realidad de un conjunto más equilibrado oculta el escaso potencial del equipo de Washington a corto plazo. En las declaraciones de pretemporada, el nuevo propietario Leonsis remarcaba que el equipo era “una tortuga, con lentos pasos en la vista hacia el futuro”.
En ello estaban, y allí permanecen.
Actores en movimiento: impacto y números
Pese a que el retorno de Turkoglu y el fichaje del mediático Arenas copan los titulares en medio mundo, quizás la incorporación de mayor calado en Orlando sea la de Jason Richardson. Máximo responsable junto a Nash y Stoudemire del éxito de los Suns en la pasada temporada, su inicio de curso había sido sobresaliente hasta el pequeño bajón de los últimos partidos. Jason ha sido en gran medida el termómetro de Phoenix en los últimos meses, y era notable el contraste de resultados que tenían los de Arizona cuando Richardson anotaba con fluidez frente a los días en los que veía el aro más pequeño. Capaz tanto de crearse sus propios tiros como de aprovechar los espacios generados por las ventajas de sus compañeros para tener rachas de tiro, ha mejorado sus porcentajes de lanzamiento exterior en sus últimos años, hasta el punto de tener unos porcentajes superiores al 40% desde el triple en el promedio de sus últimas 4 temporadas pese a lanzar casi 6 tiros por encuentro. No todo son flores, puesto que en ocasiones toma decisiones horribles y abusa de la acción individual, además de bajar su rendimiento cuando el balón no pasa por sus manos con frecuencia.
Esta temporada promediaba 19’4 puntos con un 47% de acierto en el tiro, números que habían bajado las últimas 2 semanas tras un inicio fantástico. Se encuentra en su último año de contrato y cobra algo más de 14 millones de dólares, a punto de cumplir 30 años.
Hidayet Turkoglu vuelve al conjunto donde más ha brillado en la NBA, al que dejó en el verano del 2009 para firmar “el contrato de su vida” tras su gran final de curso y presencia en las finales de la liga. Hay quien piensa que jamás debía haber dejado Orlando, aunque quizás se podría insistir en cómo quizás se exageraron sus virtudes en los Magic, puesto que los irregulares porcentajes y encuentros en los que “desaparecía del mapa” fueron también una constante en Florida, ocultos en ocasiones por los buenos resultados del equipo y resultados finales.
Es capaz de asumir la responsabilidad en los minutos finales de los partidos y su pick&roll con Howard volverá a ser una constante, de nuevo se alejará del aro y no deberá tomar responsabilidades en el rebote ni ser protagonista principal, queriendo dejar atrás las muy malas sensaciones que dejó tanto en Toronto como en Phoenix en la necesidad de mejorar sus sensaciones y promedios, con 9’5 puntos, 4’0 rebotes, 2’3 asistencias y un 44% de acierto en unos 25 minutos. En cuanto a su contrato, cobra algo más de 10 millones de dólares esta temporada y su vinculación finaliza en 2014, aunque su último curso no está totalmente garantizado.
Earl Clark ha tenido contados minutos en su estancia en Arizona. Pese a ser su primera ronda del 2009, renunciaron los Suns a renovar su contrato para la próxima temporada y ha mostrado muy poco en sus escasas presencias en pista. “Nadie ha trabajado más duro este año que él en su interés por mejorar”, decía Nash de Clark, pero sus oportunidades en Florida es probable que sean aún menores y se centren en los “minutos de la basura”. Cobra algo menos de 2 millones de dólares.
La historia de Gilbert Arenas en la NBA es una constante de altos y bajos. Llegó casi por la puerta de atrás, puesto que la indecisión entre las posiciones de base y de escolta -o, mejor dicho, las dudas sobre cómo actuaría como base ” a tiempo completo”- hicieron que su caché bajase en el draft hasta la segunda ronda. La explosión en los Warriors en su 2ª temporada llevó a que los Wizards hiciesen una oferta que los de Oakland no pudieron igualar y que provocó cambios en el marco de contratación. Ya en la capital, el tope de rendimiento llegó el año 2006, donde unos meses de nivel MVP llevaron a que se convirtiese en todo un fenómeno mediático al ritmo de Hibachi.
Pero llegaron las lesiones, que unidos a su desagradable incidente con las pistolas en el vestuario Wizard, rompieron por completo la idílica relación con el público del Verizon además de saltar a la pista sólo en 43 ocasiones durante los últimos 3 años. Perdida de forma probablemente definitiva su explosividad, han aumentado sus problemas en defensa y su juego ofensivo ha pasado más a depender de su lanzamiento exterior, no excesivamente fiable y con porcentajes notablemente inferiores a sus primeros años en la liga, lo que ha sido una de las causas por las que Washington sólo ha vencido en 17 de los últimos 53 partidos jugador por Arenas en el equipo en los últimos cursos. Se ha mostrado muy contento con la nueva oportunidad que se le presenta y aparece dispuesto a salir desde el banquillo, siendo probablemente el primer recambio exterior en las posiciones de base y escolta. Para que tampoco parezca que nos ponemos tremendistas, probablemente se verá muy beneficiado de la atención generada por Howard sobre las defensas rivales y dispongan de múltiples lanzamientos abiertos en los que puede ser letal.
En el verano del 2008 renovó por 110 millones de dólares y 6 temporadas, cobrando casi 18 millones de dólares esta temporada, donde sus promedios eran de 17’3 puntos y 5’6 asistencias, aunque con porcentajes inferiores al 40% en el tiro.
Curiosamente, la elección de Marcin Gortat en el draft aparece realizada por Phoenix aunque comprada por los Magic antes de hacerse efectiva, por lo que el polaco “vuelve” en cierto modo a los Suns. Firmó con los Mavs en el verano del 2009 un contrato por el valor de la MLE y 5 años de vinculación que fue después igualado por Orlando. Houston también intentó hacerse entonces con sus servicios y ha preguntado en varias ocasiones por la posibilidad de un traspaso. El rendimiento del pívot polaco se ha visto limitado en Florida al ser el recambio de la principal estrella, mas dejando buenas sensaciones en muchas ocasiones, principalmente cuando Dwight tenía problemas de faltas o en sus escasas ausencias. En Phoenix dispone de una magnífica oportunidad para el brillo con la presencia de Nash para el pase y los problemas de los Suns en la pintura. Pese a una apariencia que pueda parecer algo tosca, tiene habilidad en las cercanías del aro y su llegada cubre algunas de las principales carencias en Phoenix. En el lado negativo debe señalarse que sus promedios de rebote por minuto han bajado gradualmente a lo largo de los años desde su temporada rookie.
Vince Carter recibió durísimas críticas tras su actuación en la serie frente a Boston hace unos meses. Muy lejos de la exuberancia física de sus inicios en la liga, se ha convertido en un jugador centrado en las suspensiones y alejado de los contactos, como prueba su notable descenso en lanzamientos libres durante los últimos años. Sus 15’1 puntos de promedio en esta temporada son sus peores registros anotadores desde que llegó a la NBA, aunque también sean consecuencia de un menor peso en el ataque del equipo junto a una mejor selección de tiro, lo que se refleja en los más altos porcentajes en su carrera. Está en su penúltimo año de contrato, cobrando aproximadamente 17 millones y medio de dólares, pero su último curso no está totalmente garantizado y es muy probable que sea cortado en junio, ya que lo de Arizona deberían pagar “sólo” 4 de sus 18 millones de sueldo. Es lo que todo el mundo espera que hagan.
Mickael Pietrus podría convertirse en el stopper defensivo exterior de los Suns, con sus habituales rachas de anotación en triples liberados. Pese a su gran presencia física, son escasas las penetraciones y situaciones interiores dentro de su repertorio ofensivo, con más de la mitad de sus tiros realizados desde más allá de la línea de 3. El nuevo alero de Phoenix -efectivamente, otro más- cobra algo más de 5 millones de dólares y tiene contrato hasta 2012, aunque el último año es una opción del jugador y quién sabe si no intentaría el salto de charco en el caso de llevarse adelante el temido cierre patronal o lockout.
Rashard Lewis lleva unas semanas “irreconocible”, con pésimo rendimiento en el intento de van Gundy de usarle en posiciones más exteriores, consecuencia quizás de cómo le superó Garnett en la serie ante Boston y sus habituales escasos promedios en el rebote. Con unos porcentajes de tiro por debajo del 42% y promedios de casi 12 puntos por encuentro, cifras alejadísimas de lo esperado en uno de los más altos contratos de la liga. Cuando firmó como agente libre por Orlando -usando un sign&trade desde Seattle, similar a lo realizado por Bosh o James este año- en el verano del 2007 por más de 110 millones de dólares en 6 temporadas, fueron (vale, “fuimos”, cierto) muchos los que se llevaron las manos a la cabeza, por no ser un jugador de impacto tan grande como para convertirse en uno de los mejores pagados de la competición. Cierto es que ese verano las posibilidades que daba el mercado fueron escasas, y que las críticas no salían cuando se convirtió en parte importante de los Magic finalistas, es lo que tienen los resultados.
Sin embargo, sus malas actuaciones y el peso de su contrato volvía a tornarse como acusación ante Otis Smith, y su salida de Orlando llega a cambio de otro de los “peores contratos” de la competición. Cobra casi 20 millones de dólares esta temporada y acaba en 2013, si bien su último año no está completamente garantizado y depende de sus números en cursos anteriores, así que podría darse la posibilidad de que le cortasen en su último año pagando “sólo” 10 de los casi 23 millones de su salario esa última campaña. Da un poco de vértigo hablar de esas cifras, cierto.
La economía: cuando más es menos y menos es más
Son varias las paradojas que se abren con los traspasos, dentro del diferente interés de cada franquicia:
- Phoenix asume mayor carga salarial para este curso, aumentando los salarios de sus jugadores en algo más de 2 millones de dólares -uno de los motivos por los que Orlando “compensa” a los Suns-, y también aumentan su carga salarial para la próxima temporada independientemente de que corten o no a Carter. No es hasta después de 2012 cuando empiezan a verse los “beneficios” que traen el dejar de contar con Turkoglu.
- La situación de Washington es relativamente similar: recibe un salario más elevado pero que acaba un año antes, lo que llega por el salario que Arenas podría cobrar en el curso 2013-14, más de 22 millones de dólares. Teniendo en cuenta que son un conjunto “en construcción”, es una medida lógica tras el bajón de rendimiento de Arenas y el hecho de coincidir su posición en cancha con la futura estrella.
- Y quizás lo más sorprendente llega con Orlando, que busca la mejora deportiva inmediata y se ve beneficiado por un “ahorro” de más de 4 millones de dólares en salarios esta temporada (cifra que se podría elevar hasta los 7 el siguiente curso). Si tenemos en cuenta que está por encima de la barrera del impuesto de lujo -son el equipo “más caro” junto a los Lakers-, estamos hablando de reducir costes en cifras cercanas a los 9 millones de dólares para este año. Eso sí, añaden carga salarial futura y deberán “rascarse el bolsillo” si quieren renovar a Richardson este verano.
De todas formas, cuando se habla de salarios futuros hay que obrar con cautela. El hecho de que el actual marco de contratación vaya a ser renovado hace que se multipliquen las incógnitas, desde desconocer si se respetarán las actuales cantidades de los contratos o se intentará que los jugadores acepten una rebaja hasta si existirá o continuará de forma similar la barrera del impuesto de lujo. Demasiadas preguntas como para hacer un análisis a largo plazo. De hecho, ni siquiera sabemos si habrá NBA la próxima temporada, por difícil que resulte de creer que las posturas lleguen hasta ese extremo.
Ganadores y perdedores
En un movimiento con tantas incógnitas a resolver, resulta complicado adivinar qué conjuntos saldrán beneficiados. Sobre Orlando girarán la mayor parte de las miradas al ser un candidato al anillo, mientras Phoenix buscará mejorar sus resultados y permanecer en posiciones de Playoff, pero pocos serán quienes observen a unos Wizards de los que escaso mérito se espera a corto plazo.
Quizás sea en los jugadores sobre quienes debamos fijarnos. Turkoglu logra una especie de “segunda oportunidad”, y lo mismo pero de forma aún más exagerada se puede decir de Arenas, mientras más triste es la situación de Carter y -sobre todo- Lewis, que pasan de ser el centro de los focos a papeles presumiblemente mucho más oscuros.
Y, dentro de los “perdedores”, tampoco debemos olvidarnos de Steve Nash, quien de nuevo ve cómo su equipo deja marchar a sus compañeros de más nivel por ajustes económicos.
Otra vez más.
Etiquetas: Dwight Howard, Earl Clark, Gilbert Arenas, hidayet turkoglu, Jason Richardson, Marcin Gortat, Orlando Magic, Otis Smith, Phoenix Suns, Rashard Lewis, vince carter, Washington Wizards
Muy completo, un placer de leer
Espectacular nota, muy completa , si tenia alguna me la saque