Los desórdenes de Delonte West
Robbin Barberan - 08/10/2009 05:23
Durante aproximadamente medio año, los Cavs parecían tocados por los dioses, y no sólo por su sensacional nivel de juego, sino por la tranquilidad que parecía emanar de todo lo que rodeaba al equipo. Era una especie de comunión en la que todos estaban involucrados y donde nadie daba motivos para una mínima crítica.
Todo eso cambió tras la eliminatoria con los Magic en las finales de la Conferencia Este. Las críticas llegaron en oleadas, y casi nadie se libraba, desde Mike Brown hasta jugadores que terminarían siendo traspasados como Ben Wallace o Sasha Pavlovic.
Tocaba empezar de cero. Una vez más, pero en esta ocasión con mayores prisas que nunca. El verano del 2010 asoma en lontananza, y deben acercarse al mayor de los éxitos antes de que LeBron James pueda llegar a plantearse un cambio de destino.
Delonte West llegó a la NBA con 21 años, elegido en las posiciones finales de la primera ronda del draft por Boston Celtics. Tras un primer año castigado por las lesiones, en el segundo se hizo con el puesto de base titular.
Bien es cierto que la competencia no era excesivamente notable, con Orien Greene, Marcus Banks, Dan Dickau o los minutos puntuales de Ricky Davis, Gerald Green y Tony Allen en esa posición, y que estamos hablando de unos Celtics que permanecían en la parte más baja de la clasificación. Durante 2 temporadas, llevó la manija de los Celtics, pero fue una de las monedas de cambio que usó Danny Ainge para conseguir a Ray Allen desde Seattle en junio de 2007.
Poco más de medio año permaneció West en las filas de los antiguos Supersonics, pues fue traspasado en febrero a Cleveland junto a Wally Szczerbiak, acompañando a Ben Wallace como refuerzo para los Cavs en el trade deadline. Aunque en un principio parecía una pieza totalmente secundaria, Delonte consiguió establecerse como titular en Ohio, primero como base y más tarde en la posición de escolta, tras el traspaso de Mo Williams. Su acierto en tiro y una notable defensa le hicieron poco menos que indispensable en los Cavs.
Antes del inicio de la pasada campaña saltaba a las portadas al conocerse sus problemas de depresión, encuadrados dentro del trastorno bipolar por el que está afectado, perdiéndose 2 semanas de entrenamientos. Sin embargo, consiguió superarlo y fue uno de los más destacados en el equipo de James a lo largo del curso.
Pero este verano de nuevo ocupaba los titulares al conocerse que había sido detenido por tenencia ilícita de armas tras ser parado por la policía debido a un exceso de velocidad, y el eco fue mayor cuando no se presentó a las 4 primeras prácticas de entrenamiento del equipo en la pretemporada.
Esto último pilló a todos por sorpresa, ya que había superado las pruebas médicas en días anteriores y la situación parecía volver a la normalidad. En su encuentro con la prensa, West declaraba haber vuelto a tomar la medicación para superar sus problemas, en la esperanza de volver a la rutina habitual. De hecho, quizás lo que más se podía escuchar sobre Delonte era la lucha que debía mantener con Anthony Parker para obtener el puesto de escolta titular en el equipo, con la opción que se presentaba para Brown de poder utilizarlo desde el banquillo manteniendo un alto nivel de anotación en el grupo.
Finalmente, Delonte volvió a incorporarse a los Cavaliers, mas lo hizo sólo por unos días, hasta que recibió permiso de la franquicia para ausentarse, por lo que no estuvo presente en el debut de pretemporada de su equipo, saldado con una victoria ante los Bobcats en Cleveland.
En los próximos días debe lidiar con la justicia sus problemas del verano, por lo que se ha trasladado a Washington y permanecerá un tiempo indeterminado fuera del día a día de los Cavs, y no se conocen las sanciones que se puedan derivar de todo lo acontecido.
No sería de extrañar que la NBA lo sancionase con algunos partidos sin jugar -lo que implica la parte proporcional de su sueldo como multa- y es también probable que fuese castigado en Cleveland por sus ausencias injustificadas los primeros días del training camp. Por norma habitual, las sanciones por este último aspecto suelen ser de 2.500$ por el primer día y 5.000$ los restantes.
Para acabar como empezamos esta entrada, pensando en términos deportivos, los Cavs se encuentran con el problema de una rotación exterior con escasa relevancia en ausencia de West. Además de Williams y Parker, un Daniel Gibson que suele causar problemas en los Cavs cuando comparte minutos con Mo debido a la escasa presencia física de ambos se presenta casi como única alternativa, por lo que no se descarta la incorporación de un nuevo base, ante la escasa entidad de los otros exteriores que están en la actualidad entrenando con el equipo, Russell Robinson y el ex-barcelonista Andre Barrett.
Porque este año la urgencia es máxima en Cleveland.
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