Los Wolves resuelven algunas incógnitas
Robbin Barberan - 11/08/2009 14:12
Probablemente la franquicia de Minnesota sea la que ha sufrido más cambios en los últimos meses. Terminada la etapa de Kevin McHale, David Kahn será el hombre al mando de las operaciones de la franquicia, y 2 son las características que están marcando su modo de actuar: la ruptura con el pasado y la paciencia, pero todo esto no le ha evitado numerosas críticas a su forma de actuar, por el caso Ricky y la elección del nuevo entrenador.
Durante las últimas semanas, hemos podido ver cómo los rumores sobre quién sería el nuevo entrenador de los Timberwolves cambiaban cada poco tiempo: que si un listado inicial de 14 posibilidades, que si todo se reducía 3, que si Mark Jackson iba a ser el elegido,…, mas finalmente será un viejo conocido del aficionado a la NBA de los 80 quien tenga su oportunidad: Kurt Rambis.
Llega Rambis tras una larga etapa en los Lakers y haber aparecido también como uno de los posibles entrenadores de los Kings la próxima temporada. En Minneapolis se hace cargo de un proyecto a largo plazo, con una plantilla repleta de jugadores jóvenes con amplio margen de progresión, llamada a ocupar las plazas finales de la clasificación la próxima temporada, esté o no Ricky Rubio en el roster definitivo.
Como jugador, Rambis se convirtió en la principal estrella salida de la Universidad de Santa Clara hasta la llegada de un base canadiense nacido en Sudáfrica, pero no logró un contrato en la NBA tras ser elegido en el draft por los Knicks, así que decidió irse a Grecia, donde compitió bajo en nombre de Kyriakos Rambidis en el AEK de Atenas. Un año después firmaba como agente libre con Los Angeles Lakers, equipo en el que conseguiría 4 anillos y donde permaneció durante la mayor parte de su carrera. Dentro del equipo del Showtime, Kurt era el clásico jugador de rol, infatigable en su entrega y centrado en los aspectos defensivos.
En la temporada del lockout fue el entrenador principal de los Lakers, pasando al lugar de ayudante de Phil Jackson un año después, y en este último curso se ha encargado principalmente de los aspectos defensivos.
En su presentación ante los medios, Kahn ha remarcado las virtudes de Rambis como líder y como la persona que debe guiar los pasos de sus jóvenes jugadores y ayudar en su mejora, al tiempo que repetía uno de los discursos habituales en las introducciones a la prensa de los nuevos entrenadores: mayor ritmo de juego y vocación ofensiva, una constante en la NBA desde la irrupción de los Suns hace unos años.
No será un trabajo sencillo el del nuevo coach, dentro de un equipo en el que destacan el buen hacer de Al Jefferson y Kevin Love en el interior. El primero es uno de los jugadores más productivos en el poste de toda la liga dentro del aspecto ofensivo, mientras el segundo ha mostrado unas excelentes virtudes en rebote, mas ambos necesitan mejorar en el apartado defensivo, uno de los motivos por los que presentaron una oferta a Ryan Hollins de unos 7 millones de dólares por 3 años, que los Mavs han decidido no igualar. Completan el juego interior Darius Songaila y Oleksyi Pecherov, llegados en un traspaso desde Washington los días previos al draft, otro especialista en el apartado ofensivo el lituano, mientras el ucraniano sigue siendo una incógnita tras su paso por los Wizards, un jugador por hacer.
Moviéndonos hacia posiciones exteriores, nos encontramos con Ryan Gomes como probable alero titular, con la incógnita de la recuperación de un Corey Brewer que se ha pasado el año en la enfermería, o apariciones de Brian Cardinal o Damien Wilkins, antes de entrar en el verdadero melón por abrir de los Wolves, ¿cómo y con quién contarán para las posiciones de base y escolta?
Las principales críticas a Kahn llegaron en la noche del draft. Había enviado a Mike Miller y Randy Foye a Washington para hacerse con la 5ª elección, hasta donde cayó Ricky Rubio. Luego elegía a otro base con el número 6, Jonny Flynn, declarando que la intención del equipo es que ambos compartan minutos en cancha y ayudes al alto ritmo de juego. Con el 18, ¡otro base!, Ty Lawson, pero cuya elección era enviada a los Nuggets de forma inmediata a cambio de su primera ronda del siguiente año, y cerraba su cuarta elección con Wayne Ellington en el puesto 28, un escolta tirador.
Completan esas posiciones exteriores Chucky Atkins, Bobby Brown y Quentin Richardson, cuyo rol en el equipo aún está también por definir.
Sin resolverse aún el enigma sobre en qué equipo, o en qué competición, estará Ricky Rubio la próxima temporada, Kahn sigue deseando poder contar con el joven base, aunque sus manifestaciones muestran cada vez una menor esperanza, declarando los problemas que el actual marco de contratación les da para que Ricky pueda pagar su cláusula de salida desde el DKV Joventut.
En definitiva, nos encontramos a un grupo remozado, en el que hay puestas muchas esperanzas desde la franquicia a medio o largo plazo, como explicaba hace unas horas Kahn en un comunicado para sus aficionados. El presente es mucho más complicado, eso sí.
Con incógnitas, aunque cada vez menos.
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